ALGUNAS IDEAS BÁSICAS SOBRE LOS SUELOS

Además del clima, el relieve y la tecnología, los diversos tipos de suelos son fundamentales para la agricultura por su capacidad para retener el agua, su riqueza mineral, …

Existen varias clasificaciones (alguna de ellas muy complejas) sobre los distintos tipos de suelo, pero nosotros nos centraremos fundamentalmente en tres, los más habituales en España.

 

Los suelos arcillosos suelen tener una coloración rojiza (en realidad se trata de materiales erosionados y oxidados). Su ventaja es la gran cantidad de retención de agua que poseen (hinchándose) y su riqueza mineral, siendo su gran desventaja su impermeabilidad. Por ello son muy deseables para la agricultura (especialmente la de secano), aunque es necesario ararlos en varias ocasiones antes de la siembra para que no se vuelvan demasiado compactos y se conviertan en impermeables.

 

Suelo arcilloso en barbecho (para evitar su compactación e impermeabilidad). Orusco (Madrid)

 

Los suelos calizos tienen una coloración blanquecina y una gran desventaja, se extrema permeabilidad, lo que hace que apenas retengan agua en su interior.

 

 

Villar del Olmo (Madrid)

 

Los suelos limosos suelen aparecer en las vegas y ríos, transportados por la corriente y depositados lentamente en sus márgenes. Normalmente tienen un color oscuro (dado la cantidad de materia orgánica que poseen) y un grano muy fino. Su riqueza y perfecto equilibrio para retener el agua sin compactarse demasiado los convierten en los más productivos para la agricultura.

 

Vega del Tajuña. Tielmes (Madrid)

 

Es normal que en los páramos de la zona se unan terrenos calizos (más claros) y arcillosos (llamado terra rosa, fruto de los restos de la disolución de la caliza que deja sus impurezas arcillosas en las partes superiores).

 

 

Campo Real (Madrid)

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Vicente Camarasa