LA VAL DE FOSCA (LLEIDA) O LOS RESTOS DE UN GLACIAR PIRENAICO

Al este del valle de Boí, en pleno Pirineos leridanos, se encuentra este pequeño y encajonado valle, fruto del glaciarismo de la era Cuaternaria. (Para ir viendo cada una de las partes que iremos explicando, pinchad aquí)

 Podemos empezar en la cabecera del valle, en donde un pantano ocupa lo que fue el circo glaciar.

 

  Como es habitual en toda esta zona, estos circos, con la subida de las temperaturas, fueron convirtiéndose en lagos de paredes verticales excavadas por el hielo que ocupan grandes zonas en todo el Parque de Aigüestortes, en cuyo mismo límite se encuentra el valle.

 

  Desde los años cincuenta se aprovecharon muchos de estos lagos para reconvertirlos en presas para la obtención de energía hidroleléctrica (dado lo encajonado de su perfil que permitían realizar las presas, y las grandes diferencias de altura que conseguían un mayor rendimiento energético de los saltos).

 

 En esta zona de cumbres (ya por encima de los 2.000 metros) nos encontramos con árboles sumamente resistentes, como las masas de abetos o el pino negro que resisten entre granitos y pizarras desnudas

 Si comenzamos a bajar nos encontraremos con nuevos restos periglaciares. Fijaros en las siguientes fotos y encontraréis el lugar por el que discurría la lengua del glaciar.

 Veréis el típico valle en U de fondo plano

 Las morrenas laterales

 O las rocas erosionadas por el glaciar (aborregadas)

 

 Ahora que el hielo desapareció, el centro lo ocupa el río , típico ejemplo de curso alto, muy erosivo y con un gran bosque de ribera en su entorno, mientras que robles, fresnos y pinos (en ascensión) cubren las laderas erosionadas

 

UN RECORRIDO TURÍSTICO DESDE AQUÍ

Vicente Camarasa