Posteado por: vicentecamarasa | 15 enero 2011

TÚNEZ O EL FUTURO DEL MAGREB

Toamdo de trotamillas

En los últimos días hemos sido testigos de una asombrosa (por lo inesperado) revolución no sangrienta en Túnez que ha hecho huir a su presidente cuasi-eterno (23 años en el poder), Ben Ali.

 

Tomado de El País

Y vuelvo a insistir en la idea de inesperado pues a los ojos del europeo occidental Túnez parecía el paraíso del Magreb, un país moderno y tranquilo, sin problemas fundamentalistas, volcado de forma radical al turismo tanto de sol y playa como el exótico y cultural.

En sus calles no se percibía la situación de peligro que suele acompañar a algunos países musulmanes y aunque el norte era evidentemente más pobre, se empezaban a observar signos de progreso (entre ellos la imagen de una mujer mucho más occidentalizada).

Y es que Túnez (como Egipto o Marruecos) había basado su despegue económico en ese turismo (apoyado con multimillonarias inversiones europeas, especialmente patentes en sus instalaciones hoteleras), la explotación de fosfatos y una industria textil que se alimentaba de la deslocalización europea. Como pegamento que unía y hacía prosperar todo esto estaba la idea de SEGURIDAD, fundamental para las mentes europeas que viajan, invierten e incluso compran una segunda residencia en ella. Por si eso era poco, la supuesta fachada democrática, era perfecta para convertir a Túnez en un tapón ante el avance del integrismo en el Magreb (como Egipto o Marruecos, repito, o como Siria en Oriente Próximo)

Ahora, sin embargo, hemos empezado a descubrir las mentiras, aunque algunas eran evidentes.

¿Realmente era seguridad o simplemente represión? ¿Era verdaderamente democracia sus elecciones en donde desde hace más de 20 años ganaba el mismo presidente que aparecía sistemáticamente en miles de carteles propagandísticas? O lo que parece más importante, ¿ese crecimiento económico servía realmente para su población?

Vayamos por partes.

Lo de Túnez parece un coctel de varios ingredientes. Por una parte hay una clara causa económica que podemos relacionar con la crisis global que ha reducido el turismo y ha hecho que muchas empresas textiles vuelvan a deslocalizarse, esta vez hacia China, elevando de forma evidente el paro

Junto a ello hay otra de origen social. La lenta pero clara emancipación de la mujer y el aumento de unas clases medias con muchos más estudios cambia el panorama tan habitual en los países musulmanes y crea las condiciones para exigir mayores libertades (el efecto es conocido, una población primero quiere comer, cuando económicamente mejora, quiere libertades, como ocurrió con la España del último franquismo)

A todo esto hemos de añadir una democracia falsa (pirata como a menudo se las llama) que sólo tiene de democracia las apariencias (como ocurre en Argelia, Egipto o Marruecos, o como ocurría con la Democracia Orgánica de Franco) en la que creció de una forma desbordada la corrupción (cleptocracia se suele llamar a esa tendencia de las dictaduras de utilizar el poder político para crear toda una red de corrupciones increibles de la que hay cientos de casos, desde Imelda Marcos en Filipinas o muchos de los regímenes dictatoriales africanos). Puedes saber más de este tema en El País

Por cierto, ¿wikilinks tiene algo que ver en esta revuelta contra la corrupción? Pues aunque internet (como en China, Arabia Saudí o Cuba) esté retringida en Túnez, algunos periodistas aseguran que los documentos habían llegado a ser conocido por la población (especialmente por esas clases medias más ilustradas), que lo que sí tiene en cantidades industriales son antenas parabólicas.

Ben Ali y mujer, dueños de la mitad de los negocios del país

Tomada de El País

Si unimos todo esto y lo agitamos… nos aparece lo que ocurre ahora en Túnez, que ya veremos en lo que acaba.

 

Pero todavía nos queda un tema por analizar. Y Europa, ¿qué?

Durante muchos años hemos apoyado (apoyamos aún) a estas falsas democracias del Magreb bajo el manto de varias excusas: son un tapón al integrismo, sirven para mejorar la economía de los países o, incluso, diciendo que el pueblo musulmán no está preparado para una verdadera democracia y esto sería (mutatis mutandis, dictadura del proletariado) una fase previa para la verdera democracia.

Realmente, con un hipocresia habitual, le negamos a los demás, esos derechos a la libertad y el autogobierno que nosotros consideramos esenciales. Y los hacemos, ¿por razones económicas, geoestratégicas o porque nuestros gobernantes no se creen de verdad todo eso de la libertad y, aunque en Europa hay que salvar las apariencias, el resto del mundo es otra cosa?

Evidentemente, y aunque habrá que sacar muchas más lecciones de lo que ha sucedido y sucederá, hay algo que parece evidente. Montesquieu sigue vivo y ya sabemos que el poder corrompe. Por tanto el poder (y no sólo el tunecino), cuanto menos controlado, criticado y vigilado más fácilmente corruptible será.

Y para esta labor (que es de todos),  ¿no creéis que educar a las personas en una visión crítica, cuidadanos pensantes que se tomen la molestia de saber y comprender, no creéis que esto es fundamental?

Tal vez resulte que ser profesor es algo mucho más importante de lo que muchos piensan

Vicente Camarasa


Respuestas

  1. Oportuno e interesante post donde abordas esos temas espinosos que muchas veces no son políticamente correctos. Un buen trabajo.

  2. […] Túnez Los orígenes de su revolción de 2011. […]

  3. […] unos días ya comentábamos el caso de Túnez y hablábamos de su peligro de contagio, entre otros lugares, a E…, cosa en la que ahora ya […]

  4. […] los riesgos (y causas) siguen siendo los mismos y ya no analizamos cuando hablábamos de Túnez. y pocos días en Egipto. Internet, gobiernos despóticos y corruptos, subida de los alimentos, gran […]

  5. […] SUS PRIMERAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Si en otros artículos analizábamos las causas (en Túnez, y en Egipto) y algunas consecuencias geopolíticas, ¿por qué no hablamos ahora un poco de […]

  6. […] Túnez fue Egipto, luego Libia, y ahora la ola se traslada a Siria, otro país dominado por una […]

  7. […] y logré ir llegando a la zona de acampada que, recordaba, a la versión desarrollada de las manifestaciones árabes (aunque evidentemente menos crispadas pero con un mismo propósito de tomar la calle y dar […]


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