Tomado de wikipedia
Toda la costa noroeste de la isla constituye uno de los paisajes (naturales y culturales) que le han valido la calificación de Patrimonio de la Humanidad.
En realidad, se trata de la continuación de los sistemas béticos, enlazando directamente con el cabo de la Nao alicantino.
Al igual que el resto de la cordillera nos encontramos con fuertes plegamientos terciarios sobre calizas que el clima de la zona (con lluvias torrenciales en los episodios de Gota Fría) ha modelado con profundos barrancos.
Su posición junto al mar en su vertiente oeste, unida a la altitud, le permite un régimen de lluvias inconstante pero algo más elevado que en el resto de la isla, así como temperaturas más bajas, en parte generadas por la tramontana que recibe desde el norte.
Gracias a ella encontramos un magnífico bosque mediterráneo de pino, encina, acebuche, con sotobosque tanto en garriga como maquia.
En las zonas más bajas de los valles los musulmanes introdujeron el cultivo en terrazas en donde aparecen espectaculares olivares (muchos de ellos centenarios), almendro y vid, junto a pequeños huertos y nuevos cultivos de cítricos
Lo escarpado del relieve (y el peligro frecuente de la piratería hasta el siglo XVIII) hicieron que apareciera un poblamiento de pequeñas núcleos enclavados en valles interiores que emplean elementos locales para sus edificaciones.
Las dificultades de comunicación hizo que este paisaje se mantuviese apenas sin cambios durante siglos, e hizo (junto a su falta de grandes playas) que no fuera invadida por el turismo masivo, como otros puntos de la isla.
TODOS NUESTROS PASEOS GEOGRÁFICOS
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