Tomado de http://www.delsolmedina.com/LuisGarc%EDaBerlanga.htm
Hoy nos ha dejado García Berlanga, pero nos ha dejado su obra, una maravillosa serie de de películas que supieron retratarnos a los españoles durante más de medio siglo.
Su mirada, ácida, es una de las mejores formas de comprender nuestra historia reciente, nuestras miserias y nuestros prejuicios. Y todo con un humor tan particular que rayaba constantemente en el teatro del absurdo, en el surrealismo.
Su filmografía es enorme, pero yo me quedaré siempre con dos películas.
La primera, por supuesto, Bienvenido, Mister Marshall, una historia que asombrosamente no supo entender la censura del franquismo.
Toda ella gira en torno a una futura visita de los americanos a un pueblo del interior (Guadalix), algo que tenía su correlato en la política nacional y el apoyo que recibió el régimen de EE UU gracias a su feroz anticomunismo.
Pero la intención va mucho más allá. Este pueblo elegido por la providencia yanki se trasviste en pueblo andaluz, recordándonos los tópicos que siempre han gravitado sobre lo español (y que Franco explotó hasta el delirio).
Dejamos de ser lo que somos para parecer lo que otros piensan que somos. Una bonita reflexión que va mucho más allá de la pura política y la podríamos aplicar a la economía, al turismo o a la vida misma, ¿no creéis?
Junto a ello se encuentra, camuflado, el eterno cuento de la lechera, con las peticiones que harán los habitantes a esos nuevos reyes magos trasatlánticos que nos muestran, una vez más, lo mezquinos (pero también maravillosos) que podemos ser los hombres y de nuevo es una mordaz crítica a nuestra sociedad de postguerra llena de atraso económico y cultural.
Hay también una crítica a los políticos, tan actual que parece grabada ayer mismo. Mirad la escena y pensadlo por vosotros mismos.
Y todo, al fin, para… ¿y por qué no véis la película para descubrirlo?
Hoy es un día perfecto, cuando Berlanga ha resucitado una vez más y se ha «reestrenado» su película con la huida del proyecto de Eurovegas que, de nuevo, nos iba a traer prosperidad sin límites y para ello estábamos dispuestos a cambiar las leyes que hicieran falta mientras los políticos prometían, prometían…
GEOBIOMBO 
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