Posteado por: vicentecamarasa | 29 junio 2010

LAS CIUDADES INVISIBLES DE ITALO CALVINO

Ciudad. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://elvueloartisticoymusical.blogspot.com.es/2011/04/guillermo-perez-villalta.html

Italo Calvino ha sido uno de los grandes escritores del siglo XX. Aunque un escritor algo distinto, que buscaba caminos diferentes.

Una de sus obras más hermosas son las Ciudades Invisibles, un catálogo de ciudades imaginarias que Marco Polo le contaría (también imaginariamente) al Gran Khan.

Quizás el libro entero aún resulte excesivo para vuestra edad, pero fijaros en estos fragmentos  y seguro que descubriréis muchas cosas de las que hemos ido hablando sobre la ciudad.

Os acompaño los textos con obras de Guillermo Pérez Villalta , un magnífico pintor español del que tenéis más información en Sdelbiombo

Ciudad. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://lamujersinatributos.blogspot.com/2009/02/hipocondrias-y-vecinos-una-semana.html

Vuelvo también yo de Zirma: mi recuerdo comprende dirigibles que vuelan en todos los sentidos a la altura de las ventanas, calles de tiendas donde se dibujan tatuajes en la piel de los marineros, trenes subterráneos atestados de mujeres obesas que se sofocan. Los compañeros que estaban conmigo en el viaje, en cambio, juran que vieron un solo dirigible suspendido entre las agujas de la ciudad, un solo tatuador que disponía sobre su mesa agujas y tintas y dibujos perforados, una sola mujer gorda apantallándose en la plataforma de un vagón.

Ciudad. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://alegraycolor.blogspot.com/2008/08/guillermo-prez-villalta.html

Si Armilla es así por incompleta o por haber sido demolida, si hay detrás un hechizo o sólo un capricho, lo ignoro. El hecho es que no tiene paredes, ni techos, ni pavimentos: no tiene nada que la haga parecer una ciudad, excepto las cañerías del agua, que suben verticales donde deberían estar las casas y se ramifican donde deberían estar los pisos: una selva de caños que terminan en grifos, duchas, sifones, rebosaderos. Contra el cielo blanquea algún lavabo o bañera u otro artefacto, como frutos tardíos que han quedado colgados de las ramas. Se diría que los fontaneros han terminado su trabajo y se han ido antes de que llegaran los albañiles; o bien que sus instalaciones indestructibles han resistido a una catástrofe, terremoto o corrosión de termitas.

Ciudad. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://jlmartinezhens.blogspot.com/2009/02/subastas-varias.html

La ciudad de Sofronia se compone de dos medias ciudades. En una está la gran montaña rusa de ríspidas gibas, el carrusel con el haz estrellado de sus cadenas, la rueda con sus jaulas giratorias, el pozo de la muerte con sus motociclistas cabeza abajo, la cúpula del circo con su racimo de trapecios colgando en el centro. La otra media ciudad es de piedra y mármol y cemento, con el banco, las fábricas, los palacios, el matadero, la escuela y todo lo demás. Una de las medias ciudades está fija, la otra es provisional y cuando ha terminado su tiempo de estadía, la desclavan, la desmontan y se la llevan para trasplantarla en los terrenos baldíos de otra media ciudad.
Así todos los años llega el día en que los peones desprenden los frontones de mármol, deshacen los muros de piedra, los pilones de cemento, desmontan el ministerio, el monumento, los muelles, la refinería de petróleo, el hospital, los cargan en remolques para seguir de plaza en plaza el itinerario de cada año.
Ahí se queda la media Sofronia de los tiros al blanco y los carruseles, con el grito suspendido de la navecilla de la montaña rusa invertida, y empieza a contar cuántos meses, cuántos días tendrá que esperar antes de que la caravana regrese y la vida completa vuelva a empezar.

. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://www.luisbarga.net/2010_08_01_archive.html

En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación. Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar por en medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan; quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos

Ciudad. Guillermo Pérez Villalta.

Tomado de http://nalocos.blogspot.com/2009_08_01_archive.html

Si al tocar tierra en Trude no hubiese leído el nombre de la ciudad escrito en grandes letras, hubiera creído llegar al mismo aeropuerto del que partiera. Los suburbios que tuve que atravesar no eran distintos de aquellos otros, con las mismas casas amarillentas y verdosas. Siguiendo las mismas flechas se contorneaban los mismos canteros de las mismas plazas. Las calles del centro exponían mercancías embalajes enseñas que no cambiaban en nada. Era la primera vez que iba a Trude, pero conocía ya el hotel donde acerté a alojarme; ya había oído y dicho mis diálogos con compradores y vendedores de chatarra; otras jornadas iguales a aquélla habían terminado mirando a través de los mismos vasos los mismos ombligos ondulantes.

¿Por qué venir a Trude? me preguntaba. Y ya quería irme.

—Puedes remontar el vuelo cuando quieras— me dijeron—, pero llegaras a otra Trude, igual punto por punto; el mundo está cubierto por una única Trude que no empieza ni termina, sólo cambia el nombre del aeropuerto.

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MÁS CIUDADES INVISIBLES 1

 

Si alguno quiere animarse a leer el libro entero lo podéis encontrar aquí

http://www.ddooss.org/libros/ciudades_invisibles_Italo_Calvino.pdf

 

Otros libros del autor en nuestros blogs

 

ÍNDICES NARRATIVA

 

 


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