LA CIUDAD DECIMONÓNICA

Tomado de http://viajesferroviarios.blogspot.com.es/2013/07/vitkovice-pasado-y-presente-industrial.html

Con la llegada de la revolución industrial la ciudad cambió de forma definitiva.

El casco histórico fue perdiendo centralidad y la población se fue desplazando hacia dos polos, según la clase social.

En las zonas más pobres se crearon los grandes suburbios industriales. A ser posibles cerca de los ríos, el paisaje se llenó de grandes chimeneas de la fábricas, normalmente construidas en ladrillo, muchas de las cuales han persistido en nuestros días .

Actual Caixafórum. Antigua estación eléctrica

Málaga

También se colocaron en esta zona las actividades «molestas» (por olores, contaminación), como el Antiguo Matadero de Madrid

Junto a ellas se encontraban las casas de los obreros (el proletariado), habitualmente hacinadas, de una o dos plantas en donde vivían varias familias. En ellas no se disponían de las novedades de la época (luz, alcantarillado, centros sanitarios…), y el alcoholismo, la mendicidad o la prostitución eran habituales.

Valencia. Malvarrosa

Cerca de las zonas fabriles se solían encontrar las grandes estaciones ferroviarias que servían para transportar los objetos manufacturados, utilizando para ello la arquitectura del hierro y el cristal.

Estación del Norte. Valencia

En las zonas marítimas se ampliaban los puertos y sus zonas de servicios(tinglados). Especialmente destacable es la unión de ferrocarril y puerto en el famosos Cable Inglés almeriense

Cable inglés. Almería

Tinglados del Puerto de Valencia

El otro polo de desarrollo será el ensanche del que ya hemos hablado aquí. Con plano ortogonal y bulevares, es la zona de la alta burguesía que generó esta revolución industrial.

Ensanche. Barrio de Salamanca

Gran Vía. Madrid

Aquí no serán las chimeneas los hitos del paisaje, sino ciertas construcciones de ocio (casinos, hoteles, plazas de toros), asistenciales (hospitales, educativos...), comerciales (pasajes y nuevos mercados)

Casino de Murcia

Frente al ladrillo típico de la zona anterior, aquí serán los neos los que abundarán, intentando utilizar la historia como forma de prestigio en casas y palacetes.

Palacio del Marqués de Bermejilla. Madrid

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Vicente Camarasa