UN PASEO POR EL PUERTO DE HONDURAS. CÁCERES

Vamos a realizar un largo camino por un puerto de montaña que comunica el valle de Ambroz y el del Jerte, en el norte de Cáceres. Gracias a él podremos completar algunas características sobre el clima y vegetación de montaña en una zona más húmeda y cálida que la del puerto de la Morcuera (Madrid) que proponíamos como ejemplo en ella.

Antes de nada, vamos a encontrarnos

El puerto de Honduras se encuentra comunicando dos grandes valles. El primero que veremos será el de Ambroz (buscar Aldeanuela del Camino) abierto hacia el noroeste.

Esta posición nos dará dos consecuencias: es más frío (al estar hacia el norte y ser la umbría de la montaña) y más húmedo (pues se encuentra abierto hacia las borrascas provenientes de Portugal, que, por el efecto Fohem, descargarán más agua en esta vertiente). Se trata, por tanto del barlovento, como puedes ver en  la imagen que abre el artículo, con un frente parado por la montaña y dejando lluvias en ella.

Con estas características es lógica la sucesión de pisos (la cliserie). En las zonas más bajas abundarán los castaños, como podéis ver en estas fotos.

Según ascendemos (y debido al gradiente térmico) nos encontraremos con un territorio más frío que hace que el castaño vaya siendo sustituido por el roble, que aguanta temperaturas más bajas.

Si seguimos subiendo encontraremos más frío y, sobre todo, más viento. La vegetación cambiará y los bosques irán clareando hasta desaparecer los árboles y encontrarnos con los pastos de alta montaña y arbustos de forma almohadillada que aguantan mejor las bajas temperaturas, la nieve y el viento.

Esto que contamos será más evidente en las caras que miren directamente al norte, como podéis ver en esta foto.

Desde la cima nos encontraremos con la mole, ya nevada, del macizo de Gredos, fundamental para entender lo que nos vamos a encontrar en la bajada hacia el valle del Jerte.

Por una parte, nos encontraremos con menos humedad (es la ladera de sotavento), por lo que aparecerán robles pero ya no encontraremos castaños, muchos más exigentes.

Por otra parte, en cuanto bajemos lo suficiente comenzaremos a notar la influencia de Gredos que, con sus altas cimas, evitan los vientos fríos del norte y crean un microclima mucho más cálido. Esto unido a la abundancia de agua proveniente del deshielo permitirán el cultivo de las famosas cerezas que ocupan los laterales del valle.

Si seguimos bajando, y en los restos de vegetación original, el roble dejará paso a los encinares, que aguantan más la sequía.

En cuanto a los bordes del río, nos encontraremos con el tradicional bosque de ribera

TODOS NUESTROS PASEOS GEOGRÁFICOS

.

Vicente Camarasa