Las riadas en Valencia, producidas por la gota fría, han sido algo habitual (ya tenemos testimonios escritos de tiempos andalusíes), agravadas por la propia estructura de la ciudad, surcada por su mismo centro por el río Turia, que genera grandes meandros en donde el agua (sin apenas pendientes) tiende a desbordarse. (Aquí tenéis una magnífica página para conocer el antiguo Turia)
Tomado de wikipedia
La sucedida en el otoño de 1957 fue, y nunca mejor dicho, la gota que colmó el vaso. Con gran parte de la ciudad inundada y un centenar de muertos, Gobierno y Ayuntamiento deciden una actuación radical que se denominó el Plan Sur. Con ella se pretendía desviar el río de la ciudad, haciéndolo desembocar varios kilómetros hacia el sur.
Tomado de blogdegeografiadejuan.blogspot.com.
Al realizarse, quedó libre toda un gran espacio lineal que bordeaba el casco histórico, que en un primer momento se planificó (en los años 60) como autopista de circunvalación (tal y como Madrid o Barcelona ya tenían)
Sin embargo, las protestas ciudadanas (queremos el río verde) reclamaron el antiguo cauce como espacio verde y social, consiguiendo una reforma que invirtió los modos tradicionales (vías rápidas en el centro del cauce, más bajo, que podría ser semienterrado, y espacios verdes junto a los edificios) y ha creado uno de los grandes proyectos urbanísticos del XX en España.
Tomado de wikipedia
Para su diseño se utilizaron múltiples ideas, aunque serán los proyectos de Boffil los que terminarán triunfando, parcelando en espacios singulares todo el cauce para su construcción, dándole múltiples usos (espacios representativos, lúdicos, deportivos, infantiles, verdes, culturales…) y surcado por un carril bici que discurre entre distintos tipos de jardines.
El proceso, aún no terminado (falta la conexión entre la Ciudad de las Artes y las Ciencias con el mar), ha creado todo un eje peatonal que recorre la ciudad de oeste (Parque de Cabecera) a Oeste, algo inusual en nuestros territorios y más cercano a los modelos urbanísticos nórdicos que mediterráneos, que ha obtenido una acogida extraordinaria tanto entre locales como visitantes que encuentran en los jardines un lugar multiuso sumamente agradable.
Ciudad de las Artes y las Ciencias
Entre los principales equipamientos destacan el Bioparc junto al parque de cabecera, los jardines del Palau (diseñados por el propio Boffil), la zona infantil Gulliver o la famosa Ciudad de las Artes y las Ciencias de Calatrava.
Palau (izquierda) y jardines de Bofill
Junto a ellos se han mantenido (y realzado) los puentes tradicionales (del Mar, de la Trinidad, de Aragón…) y se han creado otros nuevos (de las flores, de la Exposición…) para no convertir el nuevo cauce en un borde que separe ambas márgenes.
Puente al Mar dentro de la intervención de Bofill
Puente de la Exposición. Peineta. Calatrava
Entre los puntos negativos (o aún sin resolver) se encuentra la pérdida de la memoria del río (presente en el proyecto general de Bofill y en su zona del Palau) que ya no aparece ni como referencia simbólica más que en pequeños tramos inconexos, la separación radical entre jardín y ciudad por las defensas tradicionales (aunque también actúan como verdaderas pantallas acústicas y visuales se ha criticado el corte brusco, debido a la diferencia de cota, entre ambos ámbitos que podría ser reducido con bordes más blandos – tal vez vegetales – que crearan comunicaciones visuales más atractivas) y una verdadera creación del cauce del Turia en la vía turística por excelencia de la ciudad que comunicaría la Ciudad de las Artes con el Palau, el Museo San Pío V, la Torre de Serranos o el mismísimo centro por medio de una mejor señalización, publicidad, mejora de accesos, creación del tan hablado parque de esculturas al aire libre…
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