En el norte de la provincia de Guadalajara, en pleno dominio ya del Sistema Central, se encuentra la Sierra del Alto Rey, lugar mágico desde antiguo (en torno suyo se trenzan leyendas de oscuros orígenes celtíberos y medievales).
Al igual que toda esta zona (que ya empezamos a explorar en las Chorreras de Valverde de los Arroyos), se trata de un macizo de materiales metamórficos (pizarras y cuarcitas) alzado en el terciario desde el que podemos vislumbrar el perfil de Madrid
Quizás el momento más bello (y didáctico) para conocerlo sea el otoño, en donde la vegetación nos muestra claramente como se adapta a orientaciones y alturas.
Pues en las zonas más bajas encontramos un claro piso mediterráneo de encinas y carrascas con bosques de ribera de álamos en torno a los cauces fluviales.
Sobre él , en las vertientes de barlovento, se crea otro de roble melojo de profundos tonos anaranjados.
En el sotavento, más seco, y las zonas más altas encontramos grandes pinares, tanto negros como rojos con escaso sotobosque de rosal silvestre, majuelo, helechos o jaras.
Jara
Gracias Vicente, un hermoso y merecido homenaje a una comarca que nos ofrece mucho, muy anclada en sus tradiciones, con preciosos paisajes, buenas gentes, etc.
Antes de ser pasto de especuladores, alteraciones medioambientales, mala planificación…una llamada al a Junta de Comunidades de Castilla la Mancha para que tomen cartas en el asunto, es una zona que todavía puede salvarse de los males del desarrollo.
By: Juan on 11 noviembre 2013
at 19:07